Si las elecciones fueran hoy, el Partido Reformista apareciera situado en un cuadro complejo, a pesar de que la suma de la puntuación de sus precandidatos presidenciales lo presenta como un partido en crecimiento, aunque a pasos de tortuga. La última encuesta de la firma Gallup, contratada por el periódico Hoy, proyecta que Hipólito Mejía (47.) y Danilo Medina (33.4) no ganan en la primera vuelta, planteando así una eventual segunda ronda, en cuyo escenario el PRSC haría la diferencia. Sin embargo, el poder de decisión que en una segunda vuelta tendría el Partido Reformista Social Cristiano, se repartiría entre seis que son hoy los precandidatos presidenciales de esa organización, en especial en los tres que alcanzan mayor puntuación según esa medición de Gallup.
Esa situación desataría a lo interno del PRSC un proceso de negociación de manera individual de los precandidatos, entre quienes se distribuye el porcentaje de alrededor de un 8.0 por ciento que la Gallup otorga al grupo de aspirantes presidenciales reformistas.
Por ejemplo, Amable Aristy Castro estaría negociando una alianza amparado en el 3.5% que le concede la medición de la referida firma encuestadora, y por igual harían Morales Tronco (2.0%) e Ito Bisonó (1.7 por ciento).
Ese cuadro variaría significativamente si en el camino, como está supuesto a suceder, el PRSC finalmente se pone de acuerdo y consigue proclamar a un candidato presidencial que concite el consenso dentro de esa parcela política.
Pero el tiempo corre en contra, y a pesar de que la presidencia del Partido Reformista anuncia aprestos para conformar la boleta roja, lo cierto es que el tiempo apremia y con él se va definiendo, día a día, la preferencia del votante a favor de los candidatos oficialmente ya proclamados.
La prolongación de una indefinición de la candidatura presidencial del PRSC abrirá espacio y apetito para que tanto Danilo Medina e Hipólito Mejía inicien una “cacería”, tratando de atraerse de manera individual el apoyo de quienes conforman ese 8 por ciento del reformismo.
